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Las evaluaciones siguen demostrando que la educación en México no lleva a que las niñas, niños y adolescentes desarrollen competencias para resolver problemas que se presenten en la vida diaria.
Y uno de los factores que pueden estar incidiendo en estos resultados, es que el aprendizaje se sigue parcializando por áreas, y no es que esto sea incorrecto, sino que las experiencias de aprendizaje quedan limitadas.
Lo que acertadamente hace la Nueva Escuela Mexicana es continuar con la implementación de proyectos, conocido formalmente como Aprendizaje Basado en Proyectos.
Aclaremos que, no se trata de que todos los contenidos o aprendizajes sean construidos a partir de proyectos, sino de hacer una selección de aquellos -aprendizajes o contenidos- que el docente considere prioritarios por las características de su grupo y establecer relación entre ellos para diseñar proyectos.
El Aprendizaje Basado en Proyectos brinda la oportunidad de construir un Aprendizaje Profundo, es decir, un aprendizaje que se mantiene a lo largo de la vida, que abarca varios aspectos de la persona (cognitivo, físico, social, emocional y académico), en lugar de servir sólo para aprobar el año (Drummy, Fullan, Gardner, McEachen, & Quinn, 2021).
Esto sucede porque los Proyectos toman una situación de la vida real, un problema de la comunidad o algo del contexto que llame la atención de los estudiantes y los acompaña a que la indaguen y presenten una propuesta.
Una herramienta útil para el desarrollo de proyectos es realizar planeaciones con diseño invertido, que permite tener en mente desde el inicio lo que se pretende lograr, esto facilita:
• La selección de asignaturas involucradas (aprendizaje transversal),
• Los aprendizajes por desarrollar,
• La situación o problema auténtico que se trabajará,
• El producto que los alumnos elaborarán,
• El contenido y materiales que serán abordados.
Un factor que es necesario tener presente es el tiempo real con el que se cuenta para el desarrollo del proyecto, esto permitirá tomar decisiones sobre su alcance. Hay que ser muy realistas con el tiempo, hay que calcular las horas reales que se le pueden dedicar.
Veámoslo con un ejemplo: El tiempo que dispone una escuela para realizar proyectos es de 20 horas, distribuidos en 3 semanas de clases, el problema a resolver es el exceso de basura que se genera en la escuela, un producto realista es que los alumnos comiencen a configurar formas de disminuir la basura y separar los residuos dentro de sus salones y la escuela.
Lo más importante del proyecto es el proceso y los aprendizajes logrados por los estudiantes, no el producto.
Por ello es clave permitir que los alumnos reflexionen y comuniquen lo que han aprendido con ese proyecto.
El hecho de que repitan cifras, fechas o nombres da muestra de un aprendizaje superficial, por otro lado, si son capaces de establecer procesos, conclusiones o expresan de qué manera el proyecto los cambió, es muestra de un aprendizaje profundo.
Es necesario ser conscientes que, durante el proceso los estudiantes emplearán muchas habilidades, como el pensamiento crítico, creativo, sistémico, la inteligencia emocional, el trabajo colaborativo, toma de decisiones, la planeación entre muchas otras, y no todas pueden ser evaluadas.
Por ello se vuelve clave comunicar qué aprendizajes o desempeños son los que se evaluarán y cómo se están ponderando.
Como cualquier otra metodología activa, el Aprendizaje Basado en Proyectos implica un esfuerzo colectivo, se requiere crear sistemas que ayuden a toda la comunidad a aprender en varias direcciones.
También implica ampliar la concepción de aprendizaje, y comenzar a ver que éste no aborda exclusivamente temas académicos-curriculares que se traducen en una calificación, por el contrario, el aprendizaje es el proceso por el que evolucionamos como personas íntegras.
Drummy, M.; Fullan, M.; Gardner, M.; McEachen, J. & Quinn, J. (2021). Sumergirse en el aprendizaje profundo. España: Morata.
Markham, T. (2003). Manual para el aprendizaje basado en proyectos. Costa Rica: Fundación Omar Dengo.
PISA, (2018). Resultados de PISA 2018 (Volumen I): Lo que los estudiantes saben y pueden hacer. Recuperado de https://www.oecd.org/pisa/pisa-es/
